El Maestro Mario Sagastume es un artista de la plástica contemporánea, cuyos colores y formas únicas son un poema pintado, una historia escrita en el idioma universal del pincel. En sus obras encontramos trazos firmes, sobrios, limpios, hay pureza y disciplina en su trabajo, no seremos los mismos después de haber admirado su obra, habremos crecido y habremos experimentado la fuerza del manejo del color y la sombra, en resumen es un académico del arte con mucha creatividad, eso es algo que no se improvisa.
Mario Sagastume proviene de una generación creativa, que, aunque con figuras visibles, ha quedado mal registrada en la historia del arte de Guatemala. A muchos de aquellos artistas, formados en la década de los setenta y a principios de la siguiente, les tocó producir su obra prima en momentos poco propicios para las artes en general. En este caso específico, su paso por la Escuela Municipal al Aire Libre del Cerrito del Carmen "Max Saravia Gual" y luego por la Escuela Nacional de Artes Plásticas, y las influencias que lograron hacerse visibles en aquel aciago momento de guerra interna, tildaron indudablemente su estilo expresivo, reforzado por los conocimientos adquiridos en el extranjero en las postrimerías de su formación académica y artística.
Entre las características que le dan pertenencia generacional se encuentran, en primer término, los pigmentos tonales que habitan su paleta. La escala de fríos y cálidos, entrelazados por áreas determinadas por ritmos espaciales de color, se componen dentro de un universo zoomorfo y humanoide pleno de formas danzantes. Gama, la suya y la de sus correligionarios, que evade los fantasmas guatemaltecos para apostar por la vida y la esperanza.
Aunque su trabajo nos cuente necesariamente una historia, y retrate seres específicos sus contenidos le acercan a lo que en este país se ha entendido como realismo mágico. De este modo entre abstracciones tomadas de la naturaleza y referencias que su entorno le brinda, el imaginario de este pintor luce complejidad armónica. Diversidad que a su vez reflejan interés por la biósfera, la humanidad y los encantos de la vida en países cuya esencia es el agua y por ende la vida. Esto, cuando la referencia no parte de la visión arqueológica del repertorio maya.
En su trabajo hay ausencia de dibujo entendido como tal (otra característica que comparte con sus condiscípulos). De esta forma llena sus espacios a partir de luces y sombras que van definiendo profundidades y salientes que hacen lucir algunas de sus pinturas como proyectos para mural. En otras ocasiones estos recursos le sirven para estilizar formas que llenan, con una composición que luce intuitiva, el recuadro que el soporte le ofrece.
En todo caso habrá que ver en la producción de Mario Sagastume la obra de un superviviente. Éste propone entonces las habilidades que le pertenecen, que ha hecho suyas reiteradamente. Su trabajo quedará como un registro que en algún momento del futuro será analizado como corresponde.